sábado, 26 de marzo de 2011

San Juan Bosco (1815-1888) La gran prostituta de Babilonia (Roma)

Daniel Urbina                    

San Juan Bosco (1815-1888)  La gran prostituta de Babilonia (La Iglesia)...


Sobre Italia:
"Mas tú Italia, tierra de bendiciones, ¨quién te ha puesto en desolación?... No digas que los enemigos, sino tus amigos. ¨No oyes que tus hijos piden el pan de la fe y no encuentran quien se lo parta? ¨Qué haré? Golpearé a los pastores, dispersaré el rebaño, para los que se sientan en la cátedra de Moisés busquen buenos pastos y la grey escuche dócilmente y se apaciente. Pero sobre el rebaño y sobre los pastores pesará Mi mano; la carestía, la peste, la guerra, harán que las madres lloren la sangre de sus hijos y de sus maridos muertos en tierra enemiga.

Roma ingrata, Roma afeminada, Roma soberbia

Y de ti, oh Roma, que será? Roma ingrata, Roma afeminada, Roma soberbia. Has llegado al punto que no buscas ni admiras en tu soberano más que el lujo, olvidando que tu gloria y la suya está sobre el Gólgota. Ahora él está viejo, achacoso, inerme, despojado de todo; sin embargo, con su esclava palabra, todavía hace temblar el mundo.
Roma... Yo vendré cuatro veces sobre ti.
En la primera castigaré la tierra y tus habitantes.
En la segunda llegará la ruina y el exterminio hasta tus murallas. ¨Todavía no abres los ojos?
Vendré la tercera vez y destruiré las defensas y los defensores y al dominio del Padre sucederá el reino del Terror, del espanto y de la desolación.
Pero mis sabios huyen, Mi ley es todavía pisoteada; por eso te haré la cuarta visita. ­Ay de ti, si Mi Ley es todavía para ti un nombre vano! Se darán prevaricaciones entre los doctos y los ignorantes. Tu sangre y la sangre de tus hijos lavará las manchas que tú infieres a la ley de tu Dios.
La guerra, la peste, el hambre, serán los flagelos con que será castigada la soberbia y la malicia de los hombres. ¿Donde están, oh ricos, vuestra magnificencia, vuestras villas, vuestros palacios? Convertido se han en la basura de las plazas y de las calles.
Pero vosotros sacerdotes, ¿por que no corréis a llorar entre el vestíbulo y el altar, pidiendo que cesen los castigos? ¿Por qué no tomáis el escudo de la fe y no vais por los tejados, por las casas, por las calles, por las plazas y por todo lugar, incluso el inaccesible a llevar la semilla de mi palabra? ¿Ignoráis que es la terrible espada de dos filos que abate a mis enemigos y rompe la ira de Dios y de los hombres?
Estas cosas deberán venir inexorablemente una después de la otra.
Pero la Augusta Reina de los cielos está presente.
El poder de Dios está en sus manos; disipa como niebla a sus enemigos. El venerado anciano está revestido de todas sus antiguas vestiduras.
Sobrevendrá todavía un violento huracán" ( Biografía y Escritos de San Juan Bosco, págs. 393-395).

El sueño del caballo rojo: [...] obra devastadora comenzada por autoridades más o menos conscientemente cómplices

Sobre el comunismo:
El sueño del caballo rojo el santo lo tuvo el 6 de julio de 1862. Vio aparecer un caballo rojo enorme, del tamaño de una montaña. Infundía terror, dicha bestia de orejas tiesas, cara horrorosa, tenía mucha gente encima, que le salían alas... que invadía la tierra... y exclamé: ¡­Pero esto es un demonio!
Don Bosco después de este sueño pensó mucho sobre el significado del mismo y mandó estudiar en el Apocalipsis si el equus rufus era mencionado. El santo llegó a la conclusión de que ese caballo rojo significaba la "democracia sectaria que rabiando contra la Iglesia y contra el orden, avanzaba conjurando contra el orden social y subvertiéndolo todo, sin detenerse a su paso, que se impone a los gobiernos, a las escuelas, a los tribunales, a los municipios, a todo, y que corre desolada llegando a sus consecuencias extremas, pero desgraciadamente lógicas; obra devastadora comenzada por autoridades más o menos conscientemente cómplices suyos, en detrimento de la sociedad religiosa, de toda institución buena, del derecho común, de la propiedad..." (Biografia y Escritos de San Juan Bosco, págs. 600-601).

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