viernes, 18 de marzo de 2011

Profetismo Ecuménico (desde la Iglesia Católica) Para Todas las Naciones



Daniel Urbina  
Por escrito hemos dejado constancia anticipada de los acontecimientos que se desenvuelven en nuestra aldea global. Mucho de ello le atañe a la Iglesia Católica, con aciertos y no pocos errores. Algunas cosas han sido escritas para mandatarios regionales y reposan en sus archivos clasificados como secretos de seguridad y defensa de sus naciones, especialmente en Venezuela. Gran parte de ello (excepto por lo anterior) se encuentra en mis libros que pueden ser ubicados por este medio que es la Red del Internet, incluso en mi página de Facebook. 
Profetismo: Es la tendencia o inclinación, que tienen muchas personas a profetizar, anunciando o prediciendo cosas futuras, utilizando la profecía. En el mismo están envueltos, tanto el profeta como la profecía, los cuales forman un solo equipo. Son inseparables.
Es sumamente discutido el origen del profetismo. Varios pasajes hablan de “videntes”, y se sugiere que así se llamaban originalmente: “(Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos al vidente; porque al que hoy se llama profeta, entonces se le llamaba vidente.) (1 Samuel 9:9). “Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de YHWH al profeta Gad, vidente de David” (2 Samuel 24:11). Ver también 1 Crónicas 26:28.
Mi caso no es extático (en trance o posesión), sino que mis revelaciones son comunicadas a mi espíritu mayoritariamente mientras me encuentro en oración (otras veces en mis sueños), luego son analizadas por mi intelecto, en mi mente y consciencia, y luego las exteriorizo o las guardo según sea la necesidad de la ocasión, o el mandato, y ya tiene más de dos décadas de suceder de esta manera.
En mi libro "Del Siglo XX al XXI; Cuenta Regresiva" y "El Papa Negro", se encuentra mucho de lo que ocurrirá hasta la Parusía, o segunda venida de Jesucristo. Nótese que digo Jesucristo y no Cristo, ya que Maitreya (el anticristo, quien ya ha convencido a más de  un par de centenares de líderes mundiales) se anunciará como tal (a los cristianos). La Iglesia Católica, única religión reconocida como poseedora de un Estado Político, por todas las naciones del mundo,se dividirá y una enorme parte de su feligresía apoyará a quienes le darán la comunión a los desviados sexuales, prostitutas, y otros, alegando ser por amor (Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres. (Mt 24, 28). De antemano les anuncio: no sigan ese sector que se llamará así mismo progresista, y se alineará con Maitreya. 
 El reinado del gran país del norte está llegando a su fin, y con él la caída de su ídolo, el dios dólar; sus días están contados, pesados y medidos. ¡Ay de vosotros insensatos los que pusisteis la confianza en este dios, porque rodaréis por el suelo junto con él. Acordaos de mis palabras: no atesoréis tesoros en la tierra, donde los ladrones os lo roban y la polilla os lo corroe; atesorad más bien en el cielo, donde ni la polilla los corroe, ni los ladrones os lo roban. Porque donde está vuestro tesoro, allí está también vuestro corazón (Mt 6.19,20).
El corazón de muchos quedará atrapado con la caída de este dios salido de la mano del hombre; las economías de muchas naciones caerán y la hecatombe financiera se hará sentir en los cuatro puntos cardinales. El dios dólar ha muerto, de nada os servirá lamentaros, ya no se levantará. Escuchad: "Todos los reinos de la tierra pasan, como pasan las generaciones, sólo la palabra de Dios perdura para siempre".
¡Oh dios de barro, hechura de la mano del hombre, cuántas naciones esclavizasteis; cuánta sangre por ti, fue derramada; cuánta miseria y degradación trajo tu reinado!. El que otrora fuera poderoso hoy yace por el suelo. ¡Pobres de vosotros los que le servisteis; vuestro poder se derrumbó como castillos de arena; vuestras riquezas no valen nada; vuestra fe se ha ido con vuestro dios; pobres de vosotros!.
Nada es eterno, todo es pasajero en este mundo pasajero; tanto afán y preocupación; tanto derroche y desdén, y al final sólo cenizas quedan. Poned más bien vuestra confianza en el Señor, en el único y verdadero Dios que puede salvaros y daros la libertad. No seáis necios e insensatos, para que no os pase como aquel hombre rico que se sintió seguro con sus riquezas terrenales y esa misma noche perdió su alma. De qué le sirve al hombre ganar el mundo, si está perdiendo su alma, y que daría el hombre a cambio de su alma. Recogeos en oración y poned vuestra confianza en Mí; yo soy vuestro tesoro; quien me encuentra, encuentra la vida eterna. No temáis a los que matan el cuerpo; temed más bien a aquel que puede matar el cuerpo y el alma. Que mi paz esté con vosotros; de nuevo os lo digo. Soy vuestro Padre, Jesús el Buen Pastor de todos los tiempos.
Reconozcan a Jesucristo: Budistas...Como al Nuevo Buda...Islám...Como al Imán Mahdi...Israel...como al Mesías...

Algunas agencias de inteligencia ya están como Herodes: "Donde está el niño...para ir a adorarle"...a ellas les digo: Sus satélites y microondas no son mejores que los ángeles de Dios. La culminación de mi misión no está en sus manos...sino en las de las naciones de la Tierra (Ap 11,7) luego de la culminación de mi asignación...
La verdadera profecía, puede ser conocida por las siguientes señales:

¨ Que se anuncie en un tiempo oportuno, antes del acontecimiento que predice.

¨ Que resulte tener un acuerdo particular y exacto con ese acontecimiento.

¨ Que sea tal, que ninguna sagacidad ó previsión humana pueda producirla.

¨ Que sea pronunciada por uno que fundadamente esté bajo la dirección del Espíritu Santo. Y para saber esto, aquí interviene el don de discernimiento de espíritus.

Muchas de las profecías de las Escrituras, predijeron acontecimientos muchos siglos antes de que se verificaran, acontecimientos de los cuales parecía no haber entonces ninguna probabilidad de que tuvieran lugar, y cuyo cumplimiento dependía de innumerables contingencias, por envolver la historia de cosas y las voluntades de personas que aún no existían; y con todo esto, esas predicciones fueron cumplidas, en el tiempo, en el lugar, y de la manera que se profetizó que se cumplirían. Tales fueron las predicciones relativas a la venida y crucifixión del Mesías, y a la dispersión de los judíos y su preservación.
Pablo dijo: “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen” (1 Corintios 14:29) Se juzga, por la sencilla razón de que hay la posibilidad de que el espíritu humano (Jeremías 23:16; Ezequiel 13:2-3), mezcle su mensaje con el del Espíritu divino.

En 1 Tesalonicenses 5:19-22, Pablo trata de la operación del don de profecía. Dice así: “No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal”. Los moderados tesalonicenses habían ido tan lejos, en lo que respecta a dudar de estos mensajes (v. 20), que se hallaban en peligro de apagar el Espíritu(v. 19); pero Pablo les aconseja que examinen los mensajes (v. 21), retener lo bueno (v. 21), y apartarse de toda apariencia de mal (v. 22).
Las profecías abarcan un campo de vasta extensión. Las más antiguas alcanzan hasta el fin de la historia del mundo. El plan se ha venido desarrollando gradual y armoniosamente, de tiempo en tiempo, y por muchas personas diferentes, algunas de las cuales, no comprendiendo bien el significado de las profecías, investigaban diligentemente para saber lo que podía significar (1 Pedro 1:11).

A las profecías bíblicas, las cubre cierto grado de oscuridad, que sólo se puede despejar con un asiduo estudio de la Palabra de Dios, precedido de la oración, y en cuanto a las profecías que todavía no se han cumplido, será preciso esperar la llegada de los acontecimientos que al fin lo han de aclarar todo.
Los escritos de algunos Padres Apostólicos, indican que este don continuó inmediatamente después de la época de los apóstoles. Pero a la vez, estos escritos indican, que había abusos y problemas respecto al ejercicio de este don.

La Didaché (enseñanza de los doce Apóstoles), documento cristiano del segundo siglo d.C., dice con respecto a los profetas: “no todo el que habla en espíritu es profeta, sino el que tiene las costumbres del Señor” (XI:8); “si no practica lo que enseña, es un falso profeta” (XI:10).

Hermas, uno de los Padres Apostólicos, contemporáneo de Clemente de Alejandría, escribió en el segundo siglo, en su obra El Pastor: “Al hombre que afirma tener el Espíritu divino, examínale por su vida.... el hombre que aparenta tener espíritu, se exalta a sí mismo, quiere ocupar primeros puestos.... recibe paga por sus profecías, y si no se le paga, no profetiza” (Mand. XI:7,12).

Estos dos casos del segundo siglo, hablan de la presencia de los profetas. Si no existieran profetas en ese tiempo, no hubiera habido necesidad de estas recomendaciones. Poco a poco, la profecía como fuente de revelación, fue desapareciendo, y las Escrituras del NT, tomaron su lugar.

En el siglo III, el término “profecía”, se usaba sólo para referirse a las porciones proféticas de las Escrituras canónicas. El profeta, fue reemplazado por el maestro, específicamente el catequista, y el apologista, quienes enseñaban y defendían la doctrina cristiana, a base de la palabra de las Escrituras y, más tarde, también de la tradición.

No obstante, de cuando en cuando, ha habido esfuerzos, por avivar este don. Por lo general, sin embargo, estos han conducido al fanatismo, y han sido rechazados por la iglesia.

La Parusía está cercana. Durante los próximos cinco años (Es 2011 al momento de la apertura de este blog)  se sucederán grandes cambios geográficos, lo llano será montañoso y viceversa. Oremos por Hawai e Islas Caimán. 

Si se mantienen en el seguimiento de este blog, se mantendrán informados...Pongan atención a las entradas en el mismo...

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