martes, 25 de octubre de 2011

Científicos de la Agencia espacial norteamericana creen que el planeta será golpeado por niveles de energía magnética procedentes del sol sin antecedentes luego de que el sol despierte de un "profundo sueño" en algún momento alrededor del 2013, según pudo saber The Daily Telegraph

Daniel Urbina Científicos de la Agencia espacial norteamericana creen que el planeta será golpeado por niveles de energía magnética procedentes del sol sin antecedentes luego de que el sol despierte de un "profundo sueño" en algún momento alrededor del 2013, según pudo saber The Daily Telegraph...





En una nueva advertencia, la NASA sostiene que una súper tormenta podría golpear como "un rayo de luz" y podría causar catastróficas consecuencias sobre la salud mundial, los servicios de emergencia y la seguridad nacional si no son tomadas medidas precautorias.

Los científicos creen que esto podría dañar desde los sistemas de servicios de emergencia, equipos hospitalarios, sistemas bancarios y dispositivos de control de tráfico aéreo hasta aparatos electrónicos cotidianos, como computadoras personales o navegadores satelitales.

Debido a la fuerte dependencia que tiene la humanidad de dispositivos electrónicos sensibles a la energía electromagnética, la tormenta solar podría generar daños multimillonarios y problemas "potencialmente devastadores" para los gobiernos.

"Sabemos que está por pasar pero no sabemos cuán malo va a ser", asegura el doctor Richard Fisher, director de la división de Heliofísica de la NASA, en una entrevista con el diario británico.
"Va a perturbar los dispositivos de comunicación como los satélites y navegación del coche, el transporte aéreo, el sistema bancario, las computadoras, todo lo que es electrónico. Esto causará grandes problemas para el mundo".

"Grandes áreas no podrán contar con energía eléctrica y reparar los daños va a ser difícil dado que eso lleva tiempo", sostiene el científico.

El doctor Fisher agregó que los sistemas simplemente no funcionarán. "Las llamaradas cambian el campo magnético de la Tierra rápidamente como un rayo de luz. Ese es el efecto solar".
Una conferencia de "clima espacial" en Washington D.C. la semana pasada, a la que asistieron científicos de la NASA, políticos, investigadores y oficiales del gobierno, realizó una advertencia similar.

Aunque los científicos ya han advertido reiteradamente sobre los peligros de la tormenta, el Dr. Fisher comenta que estos son los avisos más completos de la NASA hasta la fecha.

El Dr. Fisher, de 69 años, dijo que la tormenta, que hará que el sol llegue a temperaturas de más de 10.000 F (5500 grados Celsius), se produce sólo un par de veces en el transcurso de la vida de una persona.

El ciclo de picos solares se cierra cada 22 años, llegando al nivel máximo cada 11.
El Dr. Fisher, un científico de la NASA durante 20 años, dijo que estos dos eventos se combinarían en 2013 para producir grandes niveles de radiación.

Un escenario bastante probable es que grandes áreas, incluyendo el norte de Europa y Gran Bretaña, que han construido "frágiles" redes de energía, quedarían sin energía eléctrica y acceso a los dispositivos electrónicos durante horas, posiblemente incluso días.

Dijo que los preparativos eran similares a los de una temporada de huracanes, cuando las autoridades conocían el problema era inminente, pero no sabía lo grave que sería.
"Creo que la cuestión ahora es que la sociedad moderna es tan dependiente de la electrónica, teléfonos móviles y satélites, mucho más que la última vez que esto ocurrió", dijo.

"El impacto económico podría ser como un huracán grande, importante o una tormenta. "
La Academia Nacional de Ciencias advirtió hace dos años que las redes de energía, navegación GPS, el transporte aéreo, servicios financieros y de comunicaciones de radio de emergencia podrían "ser noqueadas por la actividad solar intensa".

Se advirtió que una poderosa tormenta solar podría causar "daños económicos veinte veces mayores que el huracán Katrina". Esa tormenta devastó Nueva Orleans en 2005 y dejó una factura de daños estimados en más de US$ 125.000 millones.

El Dr. Fisher dijo que las precauciones podrían tomarse como la creación de sistemas de respaldo para los hospitales y redes de energía y permitir el desarrollo de satélites en "modos seguros".
"Si usted sabe que un peligro se acerca ... y usted tiene tiempo suficiente para preparar y tomar las precauciones, puede evitar problemas", añadió.

Su división, un departamento de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington DC, que investiga la influencia del Sol sobre la tierra, utiliza docenas de satélites para estudiar la amenaza.

Los expertos están, esta vez, todos de acuerdo. Una tormenta geomagnética como la que se produjo en la Tierra el pasado martes no es un fenómeno aislado. Y a pesar de que la que nos golpeó la semana pasada, hasta ahora la más potente del actual ciclo solar, no tuvo mayores consecuencias, en futuras ocasiones podríamos no tener tanta suerte. Un fenómeno similar, en efecto, tiene la potencia necesaria para acabar, de un solo golpe, con la sociedad tecnológica del mundo moderno.

Una tormenta solar lo suficientemente fuerte, en efecto, podría desestabilizar, incluso de forma catastrófica, una buena parte de nuestra tecnología. El mundo moderno, afirmaron el sábado diversos especialistas durante la reunión de la Sociedad Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), depende en exceso de la red de satélites. Navegación marítima y aérea, sincronización entre computadoras, redes de telecomunicaciones, sistemas GPS, aparatos electrónicos de todo tipo... Tecnologías, todas ellas, extremadamente vulnerables a los "cambios de tiempo" espacial.

Las consecuencias serían nefastas, en caso de una gran tormenta solar, para la red de satélites que orbitan la Tierra, muchos de los cuales quedarían literalmente "achicharrados", pero también para las centrales eléctricas de todo el mundo, cuyos transformadores quedarían inutilizados provocando cortes en el suministro de electricidad que podrían durar semanas, e incluso meses.

Esperando la gran tormenta
La tormenta del pasado martes es el principio de una situación que, según los científicos, sólo puede ir a peor. De hecho, apenas si estamos al comienzo del actual ciclo solar y se espera que la actividad del Astro Rey se vaya haciendo cada vez más intensa en los próximos once años.

"No es una cuestión de si sucederá - explica Jane Lubchenco, responsable de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos- sino de cuándo sucederá y de cómo de fuerte será. La última vez que tuvimos un máximo en en el ciclo solar, hace cerca de diez años, el mundo era un lugar muy diferente. Hoy los teléfonos móviles están por todas partes. Es cierto que antes también los había, pero no dependíamos de ellos para tantas cosas diferentes".

Para esta experta, "muchas de las cosas que damos por sentadas y garantizadas dependen hoy mucho más de la meteorología espacial que durante el último máximo solar". A pesar del riesgo, los expertos admiten que, en la actualidad, muy poco podemos hacer para predecir una tormenta solar potencialmente peligrosa. Lo que sí deberíamos hacer es "blindar" de alguna forma las redes y centrales eléctricas, haciendo algo que nos permita, en caso de alarma, apagarlas rápidamente en las zonas más sensibles hasta que pase el peligro.

«El problema es la dependencia sobre el GPS»"Por favor, que no cunda el pánico - dijo por su parte Stephan Lechner, director del Centro Conjunto de Investigación de la Comisión Europea - Sobreactuar sólo serviría para empeorar la situación". Para este experto, la raíz de la vulnerabilidad del mundo moderno radica en su dependencia de los sistemas de posicionamiento global, o GPS, sin los que ya no sería posible la navegación marítima y aérea, ni la sincronización de las redes informáticas y los equipos electrónicos.
"El GPS nos ha ayudado -aseguró Lechner el sábado- pero también nos creó una nueva dependencia" que se extiende desde el sector aeroespacial a la producción digital de radio y TV, a los servicios financieros y a las agencias gubernamentales. Sólo en Europa, afirmó, existen 200 operadores de telecomunicaciones y "ninguno de ellos está estandarizado".

Imposible de prevenir
Ante la actual imposibilidad de prevenir una tormenta solar capaz de provocar la catástrofe, los gobiernos del mundo deberían elaborar estrategias de cooperación que les permitieran compartir toda su información vital, anticipándose así a los daños locales que esa tormenta podría provocar. Por desgracia, y a pesar del despliegue actual de medios, seguimos sin saber cuándo esa tormenta devastadora podría llegar a producirse.

"Actualmente -afirmó por su parte Juha-Pekka Luntama, de la Agencia Espacial Europea- no podemos decir si habrá una gran tormenta en los próximos seis meses, pero sí podemos decir que se dan todas las condiciones para que esa tormenta se produzca".

El pasado martes, una gran erupción solar, la mayor detectada en los últimos cinco años, envió hacia la Tierra un enorme torrente de partículas de plasma cargadas a una velocidad de 900 km. por segundo. La erupción fue de la clase X, la más poderosa de la que es capaz el Sol, produjo espectaculares auroras y desestabilizó algunos sistemas de comunicaciones, pero sus efectos se limitaron casi exclusivamente a latitudes muy al norte de nuestro planeta.

"Se podría pensar - afirmó Luntama- que esta vez estábamos bien protegidos. Pero resulta que los campos magnéticos estaban alineados en paralelo, por eso no pasó demasiado. Si no hubiera sido así, las cosas habrían sido muy diferentes".

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